
"El Principito": La droga de los de abajo. Alto por ciento de anfetamina. Se vendía por dosis, envueltas en pequeños paquetes de papel, a 3 pesos cada una
Todavía recordamos la época en que pastillas robadas de farmacias, como la Desedrina, Nulip, Desartedron, Metilfenidato, Fenobarbital, Pentocaina eran traficadas y consumidas con ron Bocoy, o con su antecesor, el aguardiente Coronilla. Los precios oscilaban, a finales de 1989, entre 1 y 5 pesos, CUP (moneda nacional).
También se sustraía de los centros de elaboración de productos farmacéuticos un polvillo llamado "Principio Activo", que era una sustancia base con alto por ciento de anfetamina. Se vendía por dosis, envueltas en pequeños paquetes de papel, a 3 pesos (MN) cada una. Luego, entre 1989 y 1991, el precio aumentó a 5 pesos y, más tarde, a 10. "El Principito", como le apodaban, era adquirido por el MINSAP en la RDA. Con la reunificación alemana y el derrumbe del socialismo en Europa del Este, se extinguió también hasta el asteroide del cuento.
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El "aparato" controla el arrebato. Para drogarse sin ser molestado por la policía: métase a informante.
En la recta final de la década de los ochenta, del pasado siglo, una racha de asaltos a farmacias estremeció La Habana. En casi todas se repetía el mismo patrón, robaban mayormente psicotrópicos como el Parkisonil o antidepresivos como el Metilfenidato y la Desedrina.
En octubre de 1990, la denominada "Operación Maceta", puso en prisión a muchos de los que participaban en las redes de distribución de drogas. Una situación parecida se repitió en el 2002, cuando la llamada "Operación Coraza Popular" sirvió como pantalla para una escalada represiva de envergadura, más allá de la droga.
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