
Más de veinte mansiones, yates y criadas: la vida de lujo de Fidel Castro
El guardaespaldas personal durante 17 años del líder cubano reveló que el exdictador «vivía como un capitalista con todos los placeres de un monarca del siglo XVI»
Aunque el guardaespaldas personal de Fidel Castro durante 17 años murió en su exilio de Miami hace un año y medio, llevándose consigo secretos de alto voltaje de la vida del dictador cubano, muchos de ellos los reveló en su libro «La vida oculta de Fidel Castro». El que fuera también ex teniente coronel del Ministerio del Interior (Minint), Juan Reinaldo Sánchez, reveló información acerca de la gran riqueza acumulada por el líder comunista, mientras el pueblo cubano vivía gracias a las ayudas de la URSS, primero, y sobrevivía después a duras penas tras la desmembración del bloque comunista.
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No sólo España puede pavonearse de tener su celestina. La Habana colonial también la tuvo. A diferencia del personaje de Fernando de Rojas, pobre y lenguaraz, la celestina cubana era real, palpable, de carne y hueso; una encopetada dama perteneciente de la aristocracia criolla, y bien entradita en años.
El poeta modernista y cronista Julián del Casal (1863-1893), descorrió el velo de las habladurías y, de paso, hizo patente que alcahuetería y chismografía no pasan de moda, sobre todo cuando es el pellejo ajeno el que está en boca de todos.
Ni loco ni tonto, Casal tuvo como escudo el buen tino de expresar el comentario en lenguaje indirecto, algo torcido, motivado por el rango social de la dama, para librarse del posible escándalo, y hasta de la posible acusación por difamación. Por lo obvio del asunto, no era necesario dar nombre alguno.
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