
Inválida debido a una negligencia médica, Dayamis Rosabal se enfrenta hoy a la exclusión
A sus 31 años, Dayamis del Rosario Rosabal Corrales es una joven cubana que quedó inválida en su adolescencia producto de una negligencia médica. La vida le regaló dos hijos, pero su discapacidad le impide obtener empleo para su manutención.
"De nada me ha servido mi formación académica como bachiller y posteriores capacitaciones", confiesa.
Soltera, vive con su madre y sus hijos de tres y ocho años en el número 27 de la calle Carlos Reina, en Buey Arriba, provincia Granma. A expensas del salario de su madre y la ayuda familiar, Dayamis no recibe apoyo de ninguna institución estatal. Y la exclusión le imposibilita ganarse el sustento por sus propios medios.
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“Al niño a veces no lo puedo mandar a la escuela porque no hay nada que comer”
Caridad Ferrales Sánchez tiene 45 años y vive en el número 434 de la calle 15, reparto bayamés Camilo Cienfuegos, en una vivienda de mampostería declarada inhabitable por peligro de derrumbe. Del desconchado techo de concreto caen constantemente enormes pedazos.
“Estoy enferma, vivo agregada en una casa que se cae a pedazos, con una anciana inválida, un alcohólico, dos niños de tres y once años y dos jóvenes enfermas. Ninguno tiene empleo. Al niño lo quieren meter en (un centro de corrección de) menores y para colmo, (el Instituto de) Vivienda revendió mi solar y para salir de mí me quiere dar otro en el quinto infierno”.
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