Escrito por Frank Correa.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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En Cuba, la venta de libros usados se convirtió en un lucrativo negocio con la llegada del período especial. Los más caros resultan las ediciones príncipes y los textos raros. También los que tratan el oscurantismo, los remedios cubanos tradicionales y las Reglas de Ocha de la religión Yoruba, secretos muy bien guardados por siglos que ahora salen a la luz y se comercializan con buena demanda.
Entre los textos políticos, Cien horas con Fidel y Escritos y discursos, de Ernesto Guevara, son los más cotizados por los turistas extranjeros.
F. C., escritor y poeta, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, quien se pasó la vida escribiendo, sin publicar un libro, a pesar de haber participado en todos los concursos literarios y los proyectos promocionales, despertó hace poco al borde del paroxismo.
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Escrito por Rafael Ferro Salas.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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A Raúl Rivero
Nuestro primer encuentro fue en una playa al oeste de esta provincia a principio de los ochenta del siglo pasado. Yo tenía 24 años, un montón de sueños en cada uno de ellos y como si todo eso fuera poco, también me creía poeta.
Con un grupo de amigos integraba un taller literario. Un día nos dijeron que llegaría alguien desde La Habana para impartirnos algunas clases, y aprovechando la ocasión mostrarnos también parte de su obra.
Nos fuimos a la playa Bailén, separada de esta ciudad por 30 kilómetros de carretera. Allí nos reunimos en un inmenso salón cerca del mar. El hombre de La Habana se acercaba a nosotros risueño. Dialogó brevemente con nosotros y eso bastó para darnos cuenta que teníamos delante de nosotros al tipo más jodedor del mundo. Ya por entonces era gordo, tenía cara de niño y la gracia de caer bien a todos.
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Escrito por Carmen Alemany Bay.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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1980-2000
Cualquier lector que conozca la trayectoria de la poesía cubana desde la llegada de la Revolución es consciente de que a partir del 60, en general, ésta sigue unas pautas muy ligadas al proceso revolucionario, y que durante casi dos décadas tuvieron vigencia temas vinculados al compromiso y a la poesía de urgencia.
Cierto y lógico es que la poesía va cambiando y adaptándose a los nuevos tiempos, y ese carácter de premura del que hablábamos se va modificando en los escritores emblemáticos de la llamada "Primera Generación de la Revolución" y en las sucesivas promociones. Los compases poéticos vendrán lógicamente marcados por otras generaciones que de manera rápida e incesante se suman a la poesía cubana. A comienzos de los 70 ocurren una serie de acontecimientos políticos que incidirán de manera directa en la literatura y, claramente, en la poesía. Los primeros años de esta década se abren con el Primer Congreso de Educación y Cultura (1971), desde el que se incita a los poetas a crear una obra más comprometida con la Revolución; esta consigna afectará a algunas de las voces de la "Primera Generación", a muchos de los componentes del grupo que se formó alrededor de la editorial "El Puente", así como al grupo del Caimán Barbudo. El resultado fue, como apunta Teodosio Fernández, que "la exaltación épica de la Revolución y de sus protagonistas determinó la extinción de las actitudes críticas y desacralizadoras que estaban en los orígenes de la poesía conversacional. Estas circunstancias dejaban escasas salidas para las inquietudes renovadoras" (En "La última poesía cubana", en AA.VV., La poesía nueva en el mundo hispánico, Madrid, Visor, 1994, p. 152.)
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Escrito por Roberto Quiñones Haces.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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El poeta del silencio
Hoy, 3 de abril, se cumplen 85 años del nacimiento de Roberto Friol, quizás el Premio Nacional de Literatura Cubana más desconocido y menos publicado. Nació en La Habana en 1928, donde cursó estudios elementales. En 1946 obtuvo el título de profesor de Inglés; en 1948 obtuvo el de bachiller en Ciencias, y en 1954 el de Maestro Normalista. Ejerció el magisterio en escuelas primarias y secundarias básicas, e hizo estudios de Medicina, los cuales abandonó en el cuarto año.
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Escrito por Zalín de Luis.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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Conocí a Jaqueline Teillagory en 1997, en La Habana. Jaqueline trabajaba en la Casa Abril, excéntrica editorial responsable de magníficos títulos pero de la que ningún lector conoce con exactitud la línea editorial. Esta cuestión no es importante mientras los libros sean correctos, pero la traigo a colación para exponer la forma de ser de Jaqueline. Ella, como editora, posee las mismas cualidades que la casa para la que trabaja: con capacidad para lo múltiple, con gusto por lo variado.

Jaqui me presentó a Alex Pausides, entonces editor en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Enseguida nos pusimos a trabajar los tres en un proyecto común: editaríamos una colección de cuadernos de poesía cubana. Sería un proyecto modesto, ya que se trataría de cuadernos, también llamados plaquettes, y no de libros con lomo y solapa. El contenido sería de poesía. No hubo discusión al respecto. Alex se encargó de contactar con los autores, sobre los cuales no había prácticamente dudas. El hecho de que Alex figure como autor y como antólogo más vale interpretarlo sólo como una mera coincidencia. Es un magnífico poeta de una innegable influencia literaria. El no incluirlo como autor por ser coeditor, no sería sino un síntoma de un pudor estéril y falso.
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Escrito por Miguel Iturria Savón.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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Al leer Curazao 24: cuidado con el perro, de Reinaldo Bragado Bretaña, me dirigí a esa calle con el libro en la mano. Frente a la casa de dos plantas, con escalera lateral, pasillo y solar al fondo, pensé en la grisura del ambiente habanero que modeló al escritor hasta 1988, cuando marchó al exilio con su manojo de versos en algún bolsillo, sin saber que solo con el pensamiento retornaría al "callejón breve y acogedor", donde tuvo amores, varios gatos y una perra.
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Escrito por Luis Cino.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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El alma sin paz de Lisandro Otero

Más que las razones ideológicas, sólo la envidia y la frustración pueden explicar el desdén por la obra de Guillermo Cabrera Infante de muchos escritores cubanos de su generación, incluso de muchos que fueron sus amigos.
En este sentido, el caso más lastimoso es el de Lisandro Otero, que al parecer nunca pudo perdonar que en 1967 concedieran a "Tres tristes tigres" el Premio Biblioteca Breve en lugar de a "Pasión de Urbino". Así, Otero se tuvo que conformar con permanecer entre los comisarios culturales de la revolución cubana en vez de figurar en el boom de la narrativa latinoamericana de los años 60. A Lisandro Otero se le desbordaba un resentimiento enfermizo cuando se refería a Cabrera Infante. Burgués de Miramar, reprochaba a Cabrera Infante, llegado a La Habana procedente de Gibara, "el síndrome del salto de clase" y hasta su descapotable de segunda mano.
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Escrito por Alejandro Armengol.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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La problemática sobre el escritor cubano y la situación imperante en la isla y el exilio perderá importancia una vez que Fidel Castro muera, ya que la figura del gobernante cubano es el eje noticioso que alienta a la prensa mundial a situar a la nación caribeña en las seis columnas reglamentarias.No quiere decir que con el fin de Fidel Castro desaparecerán las noticias de Cuba, pero salvo en situaciones extremas bajarán de categoría. Y el debate sobre el intelectual y la sociedad no tiene sentido alejado de la prensa.Con menos pompa y circunstancia, la discusión quedará reducida en gran parte a una existencia que se justifica en base al éxito. Las leyes del mercado como una forma de censura.Ocurrió con el programa de televisión de Alexandr Solzhenitsin, cancelado en Moscú debido a la carencia de televidentes, o con el diario de Bujarin (¿o era de Zinoviev?) sin imprimir por el temor a la falta de lectores. Se repite con la poca importancia que tienen las opiniones de los escritores norteamericanos para la opinión pública de esta nación, donde hace unos años provocaron más polémica unas palabras desfavorables al gobierno del expresidente George W. Bush de las Dixie Chicks que unas declaraciones de Norman Mailer. Y eso que, al igual que Hemingway, Mailer era un escritor mediático como pocos.Junto al hecho de que en Estados Unidos se puede expresar libremente cualquier opinión, esté o no en desacuerdo con el gobierno de turno, hay otra verdad fundamental: los políticos saben que cualquier declaración o denuncia de los intelectuales tiene los días contados, si es que llega a los diarios.
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Escrito por Reinaldo Cosano Alén (CubaNet) y Biografías y Vidas .Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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Ya se ha vuelto costumbre para el régimen levantar de sus tumbas y glorificar a los mismos que crucificó. Uno, entre tantos, es el escritor, poeta, periodista, editor y ensayista de talla universal, José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976).

Las primeras informaciones sobre Lezama las recibí cuando estudiaba Filología. El nombre del poeta se pronunciaba en voz baja, como si fuera una mala palabra. Lo acusaban de apartarse de la revolución, relacionarse con intelectuales homosexuales, y de ser, él mismo, homosexual.
Paradiso (1966), novela cumbre de las letras hispanas, publicada en varias lenguas con gran éxito y ganadora de premios en Italia y España, estuvo censurada durante décadas en Cuba, a pesar de que fue publicada.
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Escrito por Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.Publicado en Generalidades de la literatura cubana
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(La Habana, 28.8.1764- Id., 19.4.1846).

Descendía de familia noble y rica. Aprendió las primeras letras en su propio hogar. En 1774 ingresó en el Seminario San Carlos, donde fue condiscípulo y amigo de Félix Varela. Allí estudió historia y literatura y se puso en contacto con la cultura latina.
El 18 de agosto de 1784 ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Soria.
Publicó poemas y ensayos literarios en el Papel Periódico de la Havana desde 1792.
Estuvo muy vinculado al gobierno de Don Luis de las Casas y a la Sociedad Patriótica.
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